LA MÚSICA NOS SALVA - Xavier Güell
Gustav Mahler
El ruido, la furia de un mundo destemplado, egoísta, no nos permite oír
nuestra propia armonía interior. Una armonía que está conectada con esa
vibración de las esferas de la que hablaba Pitágoras, y que emite un canto
sereno, cálido, que proclama la reconciliación entre el pulso trágico que late
inevitable en todo ser humano y las fuerzas ocultas de la naturaleza. Percibir
esa música nos salva, nos proporciona el placer inmenso de sentirnos parte de
algo mucho más grande que nosotros mismos, en donde todo está concordado por
una cadencia general.
Sólo un mundo más solidario, más consciente de la necesidad de buscar al
otro, puede hacernos salir de la crisis global en la que nos encontramos.
Tenemos que saber que la historia se repite una y otra vez con insistencia.
Tenemos que ser conscientes de que siempre hemos superado dificultades
profundas, con imaginación, con coraje. No podemos olvidar que el ser humano ha
sido siempre valiente cuando las condiciones le sitúan en una encrucijada
límite en donde no tiene más remedio que decidir. Es entonces cuando, con un
instinto infalible, es capaz de jugársela y tomar decisiones acertadas.
No estamos solos. Desde la
unión encontraremos respuestas. Desde la defensa apasionada de la cultura, la
cultura como medio de fomentar la creatividad individual y colectiva,
superaremos la actual situación de estancamiento. La cultura es imprescindible
en momentos difíciles y nunca como ahora es más necesaria la unión del arte, la
ciencia y el pensamiento.
Pero debemos dejarnos inundar por la música. La música es la palabra
revelada, dirigida directamente al corazón de los seres humanos. Saber
interpretarla es el gran reto que tenemos por delante. Si lo conseguimos,
intuiremos de dónde venimos y, lo que es más importante, hacia dónde vamos. La
música, como bien sabía Schopenhauer, es lo único —junto con la comprensión
global de la naturaleza, el arte y la religión— que puede aplacar ese
sufrimiento desesperado por no conocer el sentido de nuestra vida. Nuestra
existencia tiene una explicación, un fin, y el instrumento para desentrañar su
secreto está en la música.
Por primera vez, a los 58 años, he sentido la necesidad de escribir un
libro. Un libro que enseña a escuchar nuestro propio sonido interior a través
de Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, Liszt, Wagner y Mahler. Sus
testimonios, susurrados en primera persona al oído de los lectores, van
desgranando el dolor de sus vidas, el gozo de sus sueños, la miseria de sus
miedos, la insobornable lucha por crear una obra inmortal. Como músico necesito
sentir el pálpito del ritmo. También en la literatura. Cada vez que concluía un
capítulo lo leía una y otra vez en voz alta, corrigiéndolo hasta conseguir que
las palabras se acercaran a la música. Ese ha sido mi principal objetivo. Y
nada me haría más feliz que este libro mostrase que la vibración del mundo es
el pálpito de la música y que podemos recorrer nuestras vidas abrazados como
hermanos llevando su mensaje de amor y entrega a los demás.
Xavier Güell es
director de orquesta, productor musical y autor de La música de la memoria.
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